sábado, 6 de septiembre de 2008

Folclor Venezolano

¿Desde cuando se proyecta el folclor venezolano en los escenarios teatrales?

Entre las contribuciones de mayor relieve del poeta Juan Liscano debe anotarse su pasión por las tradiciones venezolanas. Desde muy joven, a su regreso a Venezuela de su residencia europea, se fascinó por las manifestaciones artísticas del folclor venezolano. "Se radicó en una población cercana a Caracas, y entró en contacto con la cultura negra de la costa venezolana, a cuyos bailes, tambores y rituales dedicaría diversos estudios" como folklore y cultura, la fiesta de San Juan Bautista y los fuegos apagados. Una idea suya, la creación del Servicio de Investigaciones Folclóricas Nacionales, cambió el destino de la relación de la sociedad venezolana con sus tradiciones populares prácticamente desaparecidas. Liscano cuenta el inicio de esta idea: "Cuando la toma de posesión de la presidencia de Rómulo Gallegos (1948), yo propuse un plan para el Gran Festival Folclórico, fiesta de la tradición, haciendo desfilar ante los caraqueños a 500 participantes que bailan tambores, tejen sebucanes. La gente se quedó abismada, no sabía que eso existía en la provincia venezolana. Entonces, con ese programa el poeta Andrés Eloy Blanco me dijo con asombro y broma, que "Cristóbal Colón descubrió América y Juan Liscano a Venezuela" (declaración a Hugo Colmenares, agosto de 1992). Para los venezolanos aquella presentación de la riqueza cultural del interior del país fue como un gran descubrimiento, una de las maravillas del país nunca vistas en sus dimensiones y en su conjunto. El Carite margariteño, El Sebucán, los Chimbangueles de San Benito, los Diablos de Yare, el tamunangue, la chichamaya, los tambores de Barlovento, retumbaron en la noche caraqueña. Antonio Arráiz, director para entonces del diario El Nacional, escribió: "Esos diversos bailes y cantos populares habían permanecido rezagados en el plano de la existencia nacional". Es, entonces, a partir de ese festival folklórico realizado en 1948 en el Nuevo Circo de Caracas en homenaje al presidente de la República, Rómulo Gallegos, que puede señalarse que surgió una nueva categoría para el estudio histórico de los bailes y de las danzas. Se trata de la proyección del folklore o su teatralización. Aunque en honor a la justicia, antes de esta eclosión impulsada por Liscano, se habían dedicado a la investigación y difusión del folclor venezolano, autoridades como Juan Pablo Sojo, Gilberto Antolinez, Isabel Aretz y Luis Felipe Ramón y Rivera, su esposo; y Rafael Olivares Figueroa; y en "Pobre Negro", Rómulo Gallegos incluye los bailes de tambor, las fulías, los diablos y la brujería de Barlovento.

¿Cuál fue la primera agrupación que proyectó académicamente el folclor en un escenario?

La agrupación Retablo de Maravillas -creado por el poeta Manuel Rodríguez Cárdenas, director de la Dirección de Cultura y Bienestar Social del Ministerio del Trabajo, el 12 de marzo de 1950- que bajo el lema de "inversión del tiempo libre de los trabajadores" alcanza un éxito notable con la creación de la Escuela de Formación Artística, donde se preparaban a los jóvenes de familias obreras, y así la institución se especializó en danzas simples, al modo peculiar del pueblo. Posteriormente el Retablo se convirtió en "Danzas Tierra Firme" en abril de 1958, y en 1964 con la creación del Inciba da paso a "Danzas Venezuela", con lo que se inicia una transformación técnica danzaría hasta entonces utilizada con enorme éxito. Es una agrupación que tiene 45 integrantes, entre bailarines, músicos y cantantes, y -hasta hoy- 58 años de trabajo sin interrupción.

¿Qué otras agrupaciones surgieron a partir del Retablo de Maravillas?

Entre la década de 1950-1960, la Dirección de Cultura del Ministerio del Trabajo registraba, entre otros, los siguientes grupos artísticos: Tierra Firme, Danzas Latinoamericanas, Cerro del Ávila, Danzas Venezolanas, Caracol de Bronce, Danzas Infantiles, Coro de Trabajadores, Coral Venezuela, Los Madrigalistas del Caracol, Teatro del Pueblo, Teatro Guiñol Guácharo, y algunas agrupaciones regionales -como las del estado Zulia- que eran filiales del Retablo de Maravillas.

¿Cuál ha sido el aporte del sector privado en el conocimiento del folclor venezolano?

Fundaciones financiadas por la empresa privada se encargan con mucho éxito de la investigación, proyección, formación y difusión de música, bailes y danzas del patrimonio venezolano, como es el caso de la Fundación Centro Integral de Danzas (Cenidan), Fundación Bigott, Fundación Danzas Aragua, Fundación Las Taparitas de Cariaco, Fundación Ajé, Fundacaminos, Fundación Danzas Mandela y muchas más que funcionan en ciudades y pueblos del país.

¿Quién es Yolanda Moreno?

No debe haber venezolano que no sepa quién es Yolanda Moreno. Fue bautizada en Puerto Rico como "La bailarina del pueblo de Venezuela" y, después, el poeta Manuel Rodríguez Cárdenas, su esposo, le quitó el "de" porque era más sonoro: "Bailarina del pueblo venezolano", como la hemos conocido siempre. Nació en el barrio El Guarataro de la parroquia San Juan, "barrio de boxeadores y chicheros", en Caracas, vivió en una casa de vecindad, de Soledad a Florida, donde su mamá era la encargada. Comenzó cuando aún era una niña, en el Retablo de Maravillas: "Llegué al Retablo porque me llevó un amigo del barrio, un tapicero, Raúl López. Me probaron como cantante. Entré en el coro, y lo primero que bailamos fue Barlovento y El Mapulorio. Con Margarita Brener, la madre de Vitas Brener, comenzamos la danza porque ella había sido gimnasta y patinadora olímpica". Hoy, Yolanda -desde la muerte de su esposo- está al frente de "Danzas Venezuela", agrupación que se ha dedicado a embellecer, enriquecer, las tradiciones simples y sencillas que produce el pueblo para proyectarlas en el mundo como "danza nacionalista". Venezuela en el podio del planeta. Eso es nacionalismo.

¿Quién fue Isabel Aretz?

Etnomusicóloga, folkloróloga y compositora nacida en Argentina, en 1909. En 1947 viajó a Venezuela -donde permaneció por 50 años- para organizar la sección de música del Servicio de Investigaciones Folklóricas creado pocos meses antes por Juan Liscano; viajando en sus trabajos de investigación por diferentes regiones de Venezuela en compañía de Luis Felipe Ramón y Rivera, con quien contrajo matrimonio en Argentina, adoptando desde entonces la ciudadanía venezolana. Fue fundadora del Instituto de Folklore, 1953, el Instituto Nacional del Folklore (INAF), 1971, el Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore (Inidef), 1971, y el Museo Nacional del Folklore, 1971. En 1986, estas instituciones son agrupadas en el Centro para el Estudio de las Culturas Populares y Tradicionales (Ccpyt), y finalmente Isabel Aretz participa en la creación de La Fundación de Etnomusicología y Folklore, Fundef, que aglutina a todas las anteriores instituciones y que presidió desde 1990 hasta marzo de 1995. Su labor docente en el Inidef (1971-1982) le permitió formar una pléyade de discípulos que trabajan en todo el Continente. Fue, además, profesora de etnomusicología de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela y dictó cursos de cultura y tradición oral para el doctorado en Ciencias Sociales de dicha universidad. La investigación en etnomusicología y folklore se compendia en una cuantiosa producción de libros, monografías, artículos, que traslucen un laborioso estudio de los materiales obtenidos en los viajes de investigación cumplidos en América y África. Muchos de ellos merecieron el reconocimiento de sociedades y organismos internacionales. Su obra esencial -entre muchas y para Venezuela en particular- es su "Manual de Folklore" cuya "parte teórica está dividida en tres títulos. El primero, Qué es el folklore, detalla lo concerniente al estudio del folklore, entre otros: la etimología del término, el patrimonio, la ubicación, la nacionalidad, etc. El segundo título, La investigación folklórica contiene líneas dedicadas a la especialización folklórica, a la colección de materiales, indagación, usos y costumbres. El tercer encabezamiento abarca sobre todo el trabajo de gabinete y se denomina Ordenación y estudio de los materiales. Allí la autora explica cómo se catalogan, ordenan clasifican y estudian las investigaciones, y orienta acerca de la búsqueda bibliográfica y otras fuentes de información. En la segunda parte, se reseña breve pero panorámicamente el folklore venezolano. Esta sección del trabajo se basa en las observaciones personales realizadas por Isabel Aretz y está dividida, a su vez, en tres capítulos: el correspondiente al Folklore Material o Ergológico abarca lo referente a vivienda, enseres domésticos, comercio, alimentación, alfarería, hamacas, tejidos varios, sombreros, etc.; el llamado Folklore Social alude al lenguaje, usos y costumbres familiares, relaciones sociales, oficios y profesiones, fiestas y ceremonias, juegos de adultos y de niños, etc. Por último, el renglón del Flolklore Espiritual-Mental presenta lo referente al aspecto literario, formas poéticas, refranes, adivinanzas, cuentos, leyendas, músicas variadas, instrumentos musicales, danzas, parrandas y diversiones populares, supersticiones, magia, remedios y un sin de indagaciones inherentes al tema. La tercera división del libro, denominada Funciones, Difusión y Proyecciones del Folklore, refiere las proyecciones posibles del Folklore. El primer estudio se titula Para qué sirve el folklore y abarca, con la ayuda de una rica bibliografía, su valor sociológico. Luego, se trata la aplicación del Folklore a la enseñanza de las diferentes asignaturas: Castellano, Historia, Geografía, Zoología y Botánica, Aritmética Elemental; en general, a su aprovechamiento en la enseñanza y su difusión desde la escuela. Finalmente, se refiere a su aplicación en la Creación Artística y en la Industria. A modo de coda final, Isabel Aretz escribe "creo que nos toca a los folkloristas hacer la defensa del folklore... Por mi parte aspiro que, al llegar a este punto, el lector que nos haya seguido comprenda que el folklore es una ciencia que requiere toda la dedicación del especialista y todo el respeto del profano". Pero también fue pianista y compositora y como tal "da un tratamiento contemporáneo y latinoamericano a sus obras y ha merecido diversos premios nacionales y municipales". Falleció el 1 de junio de 2005 en San Isidro Buenos Aires, a los 92 años. Nuestro respeto a su memoria.

¿Quién fue Luis Felipe Ramón y Rivera?

Músico, compositor y folklorólogo venezolano, nacido en San Cristóbal, estado Táchira, en 1913. Fundador de La Orquesta Típica Nacional, en 1953, fue el autor de temas como Brisas del Torbe, Lejanía, Matinal, Aires de verde montaña, de composiciones para piano como Joropo y Tierra andina, y de piezas infantiles. Su labor como folklorológo, al alimón con su esposa Isabel Aretz, significó el rescate de importantes tendencias de la música prehispánica tanto en Venezuela como en América Latina en general, que dejó plasmada en decenas de libros y artículos periodísticos. A la labor incansable de Aretz y Ramón y Rivera debemos los latinoamericanos el conocimiento pleno de nuestras raíces, desdibujadas por el implante cultural conquistador y la penetración masiva de culturas foráneas. Fallece en Caracas el 22 de octubre de 1993. (Continuará el próximo sábado)



http://www.correodelcaroni.com/content/view/107397/126/

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